REFLEXIONES SOBRE EL PUEBLO DE LAS MANOS DESNUDAS

Caracas, 20 de diciembre de 2010
REFLEXIONES SOBRE EL PUEBLO DE LAS MANOS DESNUDAS
Chulavistas, los genocidas de Colombia
Autor: David A. Vivas

Chulavistas no es una urbanización rica de Caracas, ni son los partidarios del actual régimen, su acción criminal de lesa humanidad ocurría hace 62 años en la zona rural colombiana, la chispa que detonó su acción fue el vil asesinato de Jorge Eliecer Gaitán jefe de la fracción disidente del partido liberal colombiano, terminaba el periodo de Ospina Pérez y se iniciaba el del conservador Laureano Gómez, el sociópata presidente (¿qué raro en América latina?) ordenó la represión policial mas brutal que haya sucedido en la historia de Colombia
Los Chulavistas sitiaban a las casas y de los pequeños y grandes fundos y las incendiaban con gasolina, al tratar de huir sus habitantes los ametrallaban sin piedad, incluían niños, mujeres y ancianos además de los partidarios del partido Liberal, la intención del gobierno era la expropiación de las tierras de cultivo y ganadería en manos de los adversarios del régimen, este genocidio es historia colombiana y no nos concierne dirán muchos, pero ignorar la historia es exponerse a vivirla de nuevo, Venezuela esta llegando al punto de quiebre de una crisis
Que esperan las Naciones Unidas, la OEA y los gobiernos democráticos para exigir una rendición de cuentas a la dictadura venezolana, ellos tienen los archivos de la tragedia de los desplazados colombianos, saben que la situación se le escapó de las manos al criminal Laureano Gómez, el pueblo de las manos desnudas del Táchira fue testigo del dolor de los desplazados, les dimos alojamiento, protección y comida y ellos tomaron el camino del sur del lago de Maracaibo a dominar aquella tierra salvaje y convertirla en un paraíso agropecuario
El sur del Lago de Maracaibo tierra de pantanos, culebras venenosas, malaria y pandemias eternas hasta 1950 fue siendo colonizada por tachirenses, merideños, trujillanos, zulianos y los desplazados de la barbarie criminal establecida en Colombia, no existían centros de salud, ni vías de penetración, ni escuelas, ni semillas, ni prestamos oficiales, la vida la fueron dejando a jirones, a veces los verdaderos dueños vivían en Maracaibo y fue necesario negociar con ellos para la explotación conjunta, los colonos hicieron un milagro con aquel pantanal.
Ahora en 2010 un sátrapa oficial con la pistola al cinto viene a ordenar la desocupación de las fincas y si no lo hacen que se atengan a las consecuencias, esta es una revolución armada, para eso tenemos la milicia armada (Chulavitas de nuevo cuño), venezolanos no podemos dejar solos a los agricultores del sur del lago, mañana el sociópata ordenara que vengan por nosotros y por nuestros hijos y será demasiado tarde, señores de organismos internacionales no esperen la reacción del pueblo de las manos desnudas, no queremos boinas azules.